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Un estilo de vida sedentario puede pasar factura a su salud, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y obesidad. Para reducir este riesgo, es importante integrar la actividad física en su estilo de vida diario. Puede tratarse de ejercicios sencillos como caminar, ejercicio al aire libre o clases de fitness. Incluso pequeños cambios, como utilizar las escaleras en lugar del ascensor o dar un paseo por la tarde, pueden suponer una gran diferencia para su salud.